sábado, 6 de junio de 2009

Archivos calificados de la Engel Co.


ENGEL CO.
La compañía Engel se fundó en el año 2006 por Arno Engel, y Lucie Engel, ambos hermanos egresados de Bioquímica el año anterior. La compañía fue fundada con el propósito de buscar la cura de ciertas enfermedades que provocaban la mortandad a nivel mundial, como el SIDA, el cáncer, entre otras, incluidas también las gripes que fueron naciendo con el correr del avance tecnológico. A estos dos hermanos ingleses, se sumaron Loren Efner, Merie von Luchester, y Marius Jellner, conformando así una de las compañías con los mejores jóvenes científicos que el mundo dio a luz durante el transcurso del siglo XXI. Al día de hoy, 24 de enero de 3054, la Engel continúa ejerciendo la labor de búsqueda de curas a enfermedades originadas por el ser humano en su afán por encontrar soluciones, enfermedades creadas por la misma compañía.

Fichas de los fundadores de la compañía Engel:

ARNO LUIGI ENGEL LEXER
Fecha de nacimiento: 04 de abril de 1980, 08:56 a.m. Dublín, Irlanda.
Padres: Mariane Lexer, multimillonaria hija de descendientes de alemanes, quien contrajo matrimonio con William Engel, multimillonario irlandés, dueño de una tienda de abastecimiento que en épocas de guerra proveía de equipamiento bélico a los beligerantes, el 08 de octubre de 1976, en Nueva Orleans, Francia.
Estudios: Calificado. Se cree que sus estudios universitarios los efectuó en la universidad de Cambridge el año 1999, siete años antes de ejercer la profesión junto a su hermano.
Familia: 2 hijos, Lucila Engel y John Engel, herederos de la compañía. Antes de asumir el mando de la primera generación, Lucila mató a su hermano, drogándolo con anfetaminas y luego descuartizándolo en la oficina de su padre, a su vista. Para esa época contaban con 23 años.

Arno Engel ejercía el cargo administrativo y de operaciones en la compañía, a veces se encargaba junto a su hermano de reunir la información que en esa época era calificada, acerca de los mejores egresados de las carreras científicas alrededor del mundo, a quienes contrataba conjuntamente con sus socios para ejercer investigaciones que se encontraban en secreto hasta el año 2039, momento en que fueron puestas a la luz por Clare Lloyd, ingeniero genético que había visto morir a su familia en la Engel.

LUCIE MARIENE ENGEL LEXER
Fecha de nacimiento: 02 de febrero de 1981, 08:45 p.m. Dublín, Irlanda.
Padres: Mariane Lexer y William Engel.
Estudios: Calificado. Se cree que estudio en la misma universidad de Cambridge, con su hermano.
Familia: su hijo Lionel Murphy Engel, estudiante de la universidad de Harvard, quien negó su herencia para quedarse a trabajar como ingeniero genético en las dependencias de la Engel, descubridor de la cura al SIDA, en el año 2020. Esposa, en 2005 de Marcus Murphy, arquitecto de la Engel, padecía de esquizofrenia. Fue curado en 2008 por Lucie, con unas píldoras experimentales.

Junto a su hermano pagaban cuantiosas cantidades de dinero a la OMS, para poder experimentar con seres humanos y animales, fundaron la primera compañía a más de 2 kilómetros bajo tierra, cerca de Estados Unidos.

Cofundadores de la Engel Co.

LOREN JULIA EFNER LUCHSTING
Fecha de nacimiento: 09 de noviembre de 1978, 12:00 a.m. Frankfurt, Alemania.
Padres: Ernst Efner, cofundador de Laboratorios Luchsting, y Miriam Luchsting, heredera de Laboratorios Luchsting, con quien se casa en 1976.
Estudios: Calificado. No tiene antecedentes universitarios. Al parecer fueron quemados cuando su nieto, Leo Copper, la asesinó, en 2030.
Familia: su hijo, Mark Nohlen, descubridor del virus K, y quién lo vendió como arma biológica a los Estados Unidos, en 2023. Loren descubrió la cura 2 años antes de su muerte, sarcásticamente, con el mismo virus, y Laura Nohlen, famosa por el manejo de las armas biológicas, y madre de Leo Copper. Se casó en 2000 con Johan Nohlen.

Conoció a los hermanos Engel mientras dictaba cátedra en la universidad en la que ellos estudiaban, se caracterizaba por mirar a los ojos cuando tenía que operar. Se cree que estudió medicina en una de las más prestigiosas universidades alemanas. Creadora del músculo sintético y la bio-ortopedia, o implantación de músculos de humanos muertos en enfermos vivos.

MERIE CLARE VON LUCHESTER LENGLISH
Fecha de nacimiento: 08 de enero de 1982, 11:55 a.m. Berlín, Alemania.
Padres: George von Luchester, psicólogo teórico que impartía clases en la mejor universidad alemana, donde conoció a Loren Efner, se casó en 1978 con Lucy Lenglish, neurocirujano, hija del dueño de la universidad en la cual impartía clases.
Estudios: Calificados. Estudió en la universidad de Cambridge, donde la envió su madre para estudiar ciencias biológicas y matemáticas.
Familia: se casó en 2005 con Lucius Efner, hermano de Loren Efner, con quien no tuvo hijos.

Conoce a los hermanos Engel en la federación de biociencias en el año 2003, fue la primera en utilizar el método von Luchester, que consiste en la ejecución de pruebas biológicas riesgosas en el mismo cuerpo. Producto de esto muere en 2021 y nunca pudo tener hijos. Su esposo se mata ahorcado tres meses después al saber que su hermana ocultó los únicos embriones que obtuvo de su esposa para prácticas médicas.

MARIUS JELLNER NURENG
Fecha de nacimiento: 29 de junio de 1967, 03:20 p.m. Luisiana, Estados Unidos.
Padres: Agustín Jellner, alemán radicado en Estados Unidos hacia donde escapa, perseguido por matar a su hermano Mark Jellner, ambos dueños de una de las más grandes corporaciones de salud. Se casó en 1965 con Merie Nureng, abogada estadounidense.
Familia: tuvo dos hijos, Lauren Jellner, quién muere aprendiendo a utilizar el método von Luchester, a los 23 años y Eloísa Jellner, que producto de la esquizofrenia mata a su madre, Luisa Forwer.

Conoce a los hermanos por medio de una notificación en la cual requieren de sus servicios.

---------- ARCHIVOS CALIFICADOS------------

viernes, 5 de junio de 2009

Ciencias jurídicas y sociales del olvido


Sí, ahora que estoy sola como hace 4 años me dí cuenta de que mi esfera individual se empequeñecía de a momentos, pero al menos me sentí feliz de que estas cosas terminasen de la manera en que acabaron. Ahora veo a una que otra amiga en la calle, y la saludo. Ya no son las mejores, aprendí a no querer a nadie más de la cuenta, en realidad nadie se merece ser amado. Menos yo que quiero tanto de vez en cuando.

Me perdí en esta carrera, lo sé. Tal vez a los 14 años fue mi sueño, la cuestión, la causa por la que quería pelear, más ahora, que las palabras se sueltan con frenética facilidad de mis manos, que la literatura en mí, nuevamente, tiene razón de ser me caigo de la manera más lenta y brutal que en mi vida imaginé. Todos cambiamos, lo sé pero tal vez caí un poco más bajo que de costumbre. Es la cosa consuetudinaria como dirían mis profesores, es la cosa del "Lex injusta non est lex", el caer y rebatir fundamentos iusfilosóficos ante la jurisprudencia colectiva, el batir de alas, el murmullo en medio de la sala que nos espera en unos años más. Yo me dejé domesticar por los jurisconsultos, que amasasen mi cerebro con las manos palmipedas, dignas de acusación por intervención mental.

Eso es, me crían para soportar el odio, no para calcular ecuaciones, no para creer que me hacen ser insensible. Solamente me crían para aceptar la verdad, nosotros seremos los corruptos del mañana, y ahí no habrá nadie que nos acoja. Las que creí amigas una vez, avergonzarance de mi y se alejarán de mis manos nuevas, de mi rostro nuevo. ¿Quién quiere acaso ser amiga de una futura abogada, que simplemente defiende casos por dinero, que no por la "iura tria preceptae", sino por dinero, por el sucio e indigno dinero que las demás carreras silencian en sus almas. El matemático, tanto como el humanista buscan la felicidad, pero el abogado no la encuentra, se pasa el día, la noche, hasta los sueños en la oficina, encerrado, pensando en la última sentencia, en el último caso similar, en que tal vez aquel a quien sacó de la cárcel, le hará el favor de mandarlo a la muerte. Y los que antes llamábanse amigos no asistirán a su funeral, al sepelio, al como le llamen del secarse los huesos en la madera húmeda.

Porque a mis amigos no les puedo defender, no les puedo ofrecer nada, ni mi dignidad, que de a poco he ido perdiendo en este sitio, ni mi felicidad que acaba de ser sacrificada por la búsqueda del bien común. Y después podré, sí, podré reírme en la cara de todos de mi avasalladora prudencia legal, de mis conocimientos precedidos por milenios, por años corridos de interdicción a la ciencia, de corroerla y de opacarla ante la ley. Porque aquello que la ley norma y dictamina, lo que ella prescribe es lo que el pueblo hace. Tenemos el poder sobre los actos humanos.
Pero no encontramos la felicidad, porque en eso no está, no hay manera de encontrarla si nadie es capaz de decirnos donde diablos se haya. Dicen el bien común. Dicen la no interferencia de la esfera estatal en la individual, el respeto a los derechos fundamentales.

¡QUE MIERDA ES LO QUE BUSCAN EN NOSOTROS QUE SU LENGUA VIPERINA NOS INTIMIDA Y NO NOS DAMOS CUENTA, PORQUE EN EL RETRETE DE LOS SUBURBIOS ES DONDE NOS HAN MANDADO, A DONDE SU IDIOSINCRACIA NOS HA DEJADO POSTRADOS!

Porque ser abogado es sinónimo de ser ladrón: porque CHILE el país nefasto al que protegemos nos tarja de la manera más dura, más brutal. Tú eres abogado, entonces eres ladrón. Tú eres abogado, eres EL abogado del diablo.

Y en las mañanas nos paramos y vemos que el cielo se despeja, y el corazón que buscaba la justicia, la igualdad para todos, que necesitaba ayudar al semejante, al paranoico prójimo, se detiene en la ventana y deja que de los labios reverbere un suspiro, lángido, mezcla de tristeza y odio por ellos. Por aquellos que nos degradan a la mugre del raciocinio. A nosotros, los que robamos, a nosotros los deshonestos que salvaguardamos el derecho del ladrón, del violador, del asesino en serie, aquellos que cobramos altas sumas de dinero por rescatarles de presidio, aquellos que defendemos la causa, sea injusta o justa, pero a veces la sacamos adelante y a veces la perdemos, y sea como sea, nos detestan.

Y se paran a decir que cobramos caro, odian al abogado porque con un millar de palabras bien pronunciadas en latín somos capaces de sacarlos del encierro, somos capaces de cobrar millones de pesos que según algunos no valemos.

Y quien me sanará los ojos, quien amará por mí, quien me hará olvidar la cara de quienes por ser estudiante no me toleran, no serán ellos, los que me desprecian. Porque cuando les toque llegar a pedir ayuda, cuando vengan a mí después de haberme odiado tanto, y yo les espere, sin vida como siempre, sin amigos como siempre, sin hijos, sin esposo, sin nada, sin familia como siempre fue, como siempre será, cuando me odien cada vez más por el dinero.

Ni siquiera se darán cuenta de que eso es soledad, más de 10 años de soledad.

Para tratar de ayudar al mundo, una vez.

miércoles, 3 de junio de 2009

Adios

Cuando sintió por última vez sus labios fríos en contacto con los suyos, tiritó levemente y se entregó a esa mano en la espalda que le guiaba, inoportunamente, que se movía dentro de ella, algo.

Y cuando él retiró sus labios de la boca pálida de Helena Schlosser, la vikinga, un hilo de sangre corrió desde sus labios. Su cuerpo atraído por la acción de gravedad cayó al suelo sujeto con la vida que se escapaba de sus manos y las mentiras de aquel hombre manipulador.